Thursday, November 05, 2015

LUIS EDUARDO AUTE un repaso de ALEVOSÍA

 

“Alevosía” (1995) la pasión traicionera de Luis Eduardo Aute Destacado

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Uno de los álbumes donde se imprime más pasión carnal es “Alevosía”, doce cánticos al corazón, a la desnudez del deseo o al alma de la perfidia. La razón de las felonías llevadas a la sinrazón del éxtasis. Al final, una afectuosa entrevista al que fuera su músico y productor Gonzalo Lasheras.
Los años noventa para Luis Eduardo Aute fue una etapa de creatividad, originalidad, y de evolución en este cantautor. Empezó un nuevo capítulo en su andadura musical en el año 1991 con el disco “Ufff!”, con el que colabora Suso Sáiz, decisivo para que en 1992 produjera uno de los discos más espléndidos, maravillosos y atemporales de la historia de la música en castellano: “Slowly”. Suso Sáiz sustituía a Luis Mendo como productor. Suso aportó una renovación de sonido -más personal e intimista- y un redescubrimiento en la faceta artística de Aute.
En 1993 se editó el disco “Mano a Mano”, Luis Eduardo Aute en compañía de Silvio Rodríguez, grabado en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, el 24 de septiembre. El disco vendió más de 200.000 copias, catapultando y ensalzando a Silvio Rodríguez y a L.E. Aute definitivamente como dos excelentes compositores y precursores de la canción de autor.
Gonzalo Lasheras, quien realizaba la dirección musical, los arreglos de los discos y directo, grabando las guitarras y acompañándole en sus giras por España y América empezando en 1992, tomó el relevo -muy acertadamente- de la producción en su siguiente álbum.
Bajo una producción de Gonzalo Lasheras, (que dotaría a L.E. Aute de más personalidad y notabilidad musical) la grabación transcurrió en los estudios “La Nave”, “Red Led” e “Invisible”. Se mezcló en “Red Led”.

La magnífica e irrepetible banda en estudio era la siguiente:
Gonzalo Lasheras (guitarras acústicas en “Hemingway delira” y “Querencia”, guitarras eléctricas, pads, programaciones, arreglos y dirección musical); Tino di Geraldo (baterías y percusiones –pandero y cajón-); Javier Colina (contrabajo); Suso Sáiz (guitarra española en “Mojándolo todo”, panderetas, arreglos, guitarras, loops, tratamientos de sonido, sampler y voces artificiales en “Arrebato”); Javier Mora (piano en “Terca noche”, “Dear Peter”, “Hemingway delira” y “Tiro por la culata”); Eduardo Laguillo (piano en “Alevosía” e “Imán de mujer”, pad en “Mojándolo todo”); Tito Dávila (piano en “Tiro por la culata”, acústicos y rhodes en “Besos como Balas” y “Hoy, ahora, ya”); Iñaki Salvador (piano en “Querencia”); Luis Lozano (arreglos de cuerda de “Querencia”); Joan Valent (arreglo del cuarteto de cuerdas en “Invisible”); Pancho Amat (tres y guitarra española en “Hemingway delira”, y tres en “Alevosía”); Moisés Porro (percusión en “Hemingway delira”); Justo Bagueste (saxo barítono en “Tiro por la culata”); Joxean Goicoechea (acordeón en “Hemingway delira”); Antonio Chainho (guitarra portuguesa en “Arrebato”); Obi Homer (guitarra española en “Hoy, ahora, ya”); Cuarteto de cuerda en “Invisible” compuesto por Rafael Adrover (viola), Blai Justo (violín), Ángel San Pedro (violín) y Miguel Ángel Aguiló (violonchelo y dirección).

Contando con las colaboraciones especiales de:
Silvio Rodríguez (voces en “Alevosía” y “Hemingway delira”); Misa (voces en “Arrebato”); Javier Álvarez y Nieves Arilla (voces en “Imán de Mujer”); Angel Petisme (en “Tiro por la culata” y “Hemingway delira”) y Alicia Alemán (voces en “Mojándolo todo”, “Dear Peter” y “Terca Noche”).
El ingeniero de mezclas fue Barry Sage; los asistentes de mezclas fueron Guillermo Quero y Gonzalo Lasheras. Los técnicos de grabación fueron José Luis Crespo, José María Rosillo y Guillermo Quero.
De esta manera en 1995 se edita el esperadísimo nuevo disco de Luis Eduardo Aute, titulado “Alevosía” (Virgin). En la portada aparece una fotografía de una mujer semidesnuda posando (fotografías de portada y contraportada cedidas por Uwe Scheid Collection / Diseño: R. Vigil). Es un álbum maduro que se aprecia la producción exquisita y cuidada de Gonzalo Lasheras, donde la temática del amor lascivo, los deseos libidinosos y la irracionalidad carnal se hace latente en las doce composiciones de Luis Eduardo Aute. “Alevosía” es un viaje hacia nuestras felonías, deseos, codicias, agonías o miedos internos llevado a la concupiscencia para desenmarañar el amor.
Tuve el honor de entrevistar a Luis Eduardo Aute en diciembre de 2012 para hablar de su nuevo álbum “El niño que miraba el mar” (2012) y le hice una pregunta en referencia a este disco “Alevosía” e hizo la siguiente reflexión:
Pregunta: decía San Agustín que “La medida del amor es amar sin medida”, maestro, ¿el ingrediente secreto del amor es amar con alevosía?

Luis Eduardo Aute -Bueno eso es una metáfora. Pero efectivamente yo creo que cuando alguien está en ese estado, en esa patología que es el enamoramiento, intenta que el ser amado no tenga manera de escaparse de ninguna manera, intentas hacértela tuya sin posibilidades de que ese momento se pierda. Si pudieras estarías gozando de ese momento eternamente y ahí hay una cierta alevosía en el sentido de que no hay ninguna intención de que ese sujeto de la felicidad se escape.

Doce composiciones, letra y música por Luis Eduardo Aute excepto “Dear Peter” (letra y música: L. E. Aute / Peter Gabriel), de una poética maravillosa, con reflexiones hacia el ser humano y la vida; a destacar de manera exquisita el trato elegante y selecto de los instrumentos en todas las composiciones:

01.ALEVOSÍA
Un sonido de fauna salvaje, envuelve a una sonoridad muy elegante, Luis Eduardo Aute describe el estado del deseo carnal –del personaje- narrando la irracionalidad de su sentimiento emocional: “más que amor, lo que siento por ti, es el mal del animal, no la terquedad del jabalí, ni la furia del chacal… es el alma que se encela con instinto criminal, es amar, hasta que duela, como un golpe de puñal…”.
El estribillo enlaza la pasión descarnada con su furia interna: “yo te quiero con alevosía”. Es una de las canciones más bellas jamás cantadas en castellano.
El cantautor cubano Silvio Rodríguez colabora extraordinariamente a los coros.

02.IMÁN DE MUJER
Otra de mis composiciones favoritas y predilectas de la discografía de Aute. Con una letra verdaderamente maravillosa, empieza a describir el personaje desenmascarándose: “Hoy tengo un día de ésos en que mandaría todo a hacer puñetas, incluso firmaría con placer el acta de mi rendición...”. La poética de la letra describe la debilidad, agotamiento moral y el rendimiento emocional del personaje: “que el mundo fue y será una porquería ya lo dijo Enrique Santos, y hoy tengo un día de esos en que sufro toda esa poesía cruel, aunque me temo que yo mismo soy quien me produzco más espanto al verme comprendiendo las razones de Caín matando a Abel”. 
En el estribillo hay un atisbo de esperanza, pues el amor hacia la mujer es el aliento para seguir viviendo en este mundo: “sólo por ti sigo aquí, imán de mujer, imán de mujer... me voy a perder pero sin salir de ti”. A destacar las colaboraciones especiales de Javier Álvarez y Nieves Arilla.


03.DEAR PETER (TE DEBO ESTA CANCIÓN)
Esta hermosa composición, con una introducción primaria con un bello piano, luego tiene una armonía  templada de una manera maravillosa. “Dear Peter” invita a la reflexión, “el universo se me derrumbó por un instante demasiado largo, pensé que lo mejor era el letargo de los cipreses de Van Gogh. Y me tomé un buen trago de cointreau, para endulzar aquel bocado amargo, pero de pronto sucedió que la memoria, como por encargo, se puso en marcha y disparó alguna ráfaga de `So´”,
Para entender el contexto de esta canción, explico que está inspirado en la canción “Don´t give up” (incluido en el álbum “So”) editada en 1985 por Peter Gabriel en colaboración con Kate Bush como vocalista invitada. Hay muchos grupos que han versionado esta composición e incluso se ha usado habitualmente para cine y televisión. El personaje de la canción -interpretado por Peter Gabriel- está abatido, anhelante y desesperado frente a la vida: “no quedan luchas o eso parece. Soy un hombre cuyos sueños lo han abandonado. He cambiado mi rostro, he cambiado mi nombre. Pero nadie te quiere cuando pierdes” mientras el personaje femenino –interpretado por Kate Bush- ofrece mensajes de esperanza: “no te des por vencido, aún nos tienes a nosotros. No te rindas, no necesitamos mucho de nada. No te des por vencido, porque en alguna parte hay un lugar al cual pertenecemos”. Regresando al tema de Aute que nos ocupa, canta el estribillo: “Don´t give up, cause somewhere there´s a place… decía la dulce voz de Kate, calmando mi desesperación… amigo, te debo esta canción… Dear Peter, I owe you this song”. Por tanto, Aute se refleja en el aliento sonoro de esta canción para volver a tener convicción y ánimo.

04.HOY, AHORA, YA
Esta composición relata la situación actual, que perfectamente se puede trasladar en esta época actual: “hoy, ahora, ya… ya se vive peligrosamente”.La poética es extraordinaria: "Y la noche de afuera mira la hora... y la noche de adentro devora mi corazón". Aute permanece tanto en alerta a los peligros de la noche: “mira que la negra luna brilla como un huevo de serpiente y en la noche que la acuna” como en la resurrección del mal: “en las cloacas donde ha muerto la Belleza resucita la Hidra que ya despereza sus cabezas”.

05.TERCA NOCHE
Esta es una estupenda composición, en un ambiente que mantiene un halo de misterio, trasladando ésa incógnita de la nocturnidad en esta letra: “terca noche, terca noche, no me conviertas en avestruz, terca noche, terca noche, deja que vea algún rayo de luz”. Adoro esa especie de magia sonora que fluye en una letra un tanto inquietante: “alguna vez ocurre que nunca amanece y la noche se queda enganchada a mi colchón, la increpo: ¡fuera, noche, desaparece! Y ella, impávida, sigue en sus trece: ¡quiero pasión! Y van pasando noches por dentro y por fuera y ella crece y se crece y engorda como un balón… Le pongo tres cerrojos a la nevera y me voy al sofá que me espera en el salón”.

06.HEMINGWAY DELIRA
Los ritmos caribeños y el son cubano se apoderan de esta composición, muy armónica y melódica. La letra narra a Ernest Hemingway cuando vivió casi 20 años en Cuba en una casa llamada “Finca Vigía” donde curiosamente escribió la novela “El viejo y el mar” en 1952 (por el cual recibió el premio Pulitzer en 1953). Aute canta: “a la deriva la noche… la selva invade el lanchón, la luna, bola de sangre, la devoró el tiburón, las olas vuelan tiñosas rizadas por un ciclón, `Pilar´ navega sin rumbo bajo un diluvio de ron…”. A destacar que nuevamente colabora Silvio Rodríguez.

07.MOJÁNDOLO TODO
Impregnado de total erotismo, Aute desmitifica los fantasmas del pasado y demás tabús y narra una masturbación femenina. Es otra de los temas más aplaudidos de la discografía de Aute. Rendido a la feminidad, canta: “Tendida, con los muslos como alas abiertas, dispuestas al vuelo… me incitas, me invitas a viajar por lácteas vías y negros agujeros levemente desvelados por tu mano que juega por pudores y sudores enjugando
entre pétalos de carne, el estigma de tu flor más desnuda”, llegando al clímax en forma de estribillo: “mojándolo todo, mojándolo todo...
volando por universos de licor”. La poética en la letra ensalza esta bella canción: “mis alas de cera batiendo combatiendo tu fuego en oleadas de ardientes espumas y plumas e Ícaro volando tan alto, tan alto... que a punto de entrar en el jardín del Edén, fundido su vuelo por tu derramado sol, cae, como el ángel exterminado, al mar de los naufragios”.

08.BESOS COMO BALAS
Aute empieza a dar testimonio de su estremecimiento: “a riesgo de que digan que estoy loco por no buscar el oro en lo que toco, no pienso rebelarme contra mi enajenación. Cansado de vivir sin salvavidas, sé bien que no es la mano del Rey Midas la que vendrá a salvar mi naufragado corazón”; con ideología y certeza sigue el estribillo: “y no me romperán los huesos ni quemarán mis alas, les basta y sobra con dar besos, besos como balas...”.

09.INVISIBLE
Acompañado de una orquestación muy distinguida, Aute canta en armonía como si fuera el primer despertar a la utopía, a la vida, manteniendo esa poesía tan exquisita salpicada de radiante imaginación: “si fuera el gato burlón de Cheshire haría un trato con mi creador, no sonreiría jamás si consigue que Alicia sonría entre tanto horror. Entregaría al rey mi cabeza, incluso mi cuerpo invisible si a cambio no fuera posible jamás tu tristeza, tu melancolía”.
Es anecdótico explicar que cuando fui a un concierto que ofreció L. E. Aute en Barcelona, en el año 2009, ésta fue la primera canción que tocó y dando juego con el título de la composición, no apareció en el escenario: la cantó sin estar presente. Toda una habilidad de sabiduría y estupenda ironía.

10.ARREBATO
En esta ocasión, colabora a dúo con la cantante de fados portuguesa Missia, ofreciendo a la canción una composición única. Nuevamente se escuchan los sonidos a animales de ambientación salvaje. Aute canta: “Sin ti... lo que me resta por morir es sólo un dato... Contigo sé que volveré a sentir el arrebato, el arrebato de vivir”.

11.TIRO POR LA CULATA
Esta composición es la más jocosa y más irónica de todas. El personaje que describe tiene intenciones certeras a la maldad, aunque en realidad todo le sale peor: “salgo predispuesto a ser más venenoso que el cerebro virulento de Maquiavelo, quiero ser más alevoso que el pañuelo de Desdémona en las manos del pobre Otelo… Y a los que quieran coronar el Aconcagua a costa de ir trepando sobre mis riñones, que se dispongan a entonar sus oraciones, ¡al alpinista, ni agua!” el tono jocoso persiste en el estribillo con una música llevada al swing: “y disparo, disparo, disparo a ver si mato alguna rata, pero como no veo muy claro acabo metiendo la pata… y me sale siempre el tiro por la culata”.

12.QUERENCIA
Para terminar este espléndido trabajo, escuchamos esta hermosa y profunda composición. Personalmente no recuerdo cuantas veces la he escuchado y me he emocionado por su intensidad, su desgarradora historia y un acompañamiento de piano tan hermoso.
Nos relata la historia de una pareja llena de ausencia en cuanto a estima, aprecio y cariño: "qué duro quererte así, contigo pero sin ti, amando tu cuerpo pero tú a años luz de mí. No quiero saber por qué, para qué arriesgarme a que me respondas: `no lo sé´... Prefiero sospecharle en otros brazos y partirme en mil pedazos a seguir muerto de pie". Nuevamente en esta canción encontramos al mejor Aute. Un brillante final para un álbum memorable.

En definitiva, es uno de los mejores álbumes de la discografía de Luis Eduardo Aute, y después de dieciocho años, la música y las letras siguen estando vigentes, y el paso del tiempo ha sido rejuvenecedor, gracias a la temática y la producción tan artesanal y fabulosa. “Alevosía” (1995) se ha convertido en un disco de culto; aunque no aparezca suficientemente en las enciclopedias de la música y no sea recordado como se merece, sirva este pequeño homenaje a una de las mejores grabaciones de la historia de la música española y de paso, para reivindicar la figura de este genio como es Luis Eduardo Aute. Nos encantaría un impulso de la discográfica como por ejemplo volverlo a reeditar en un nuevo formato añadiéndose maquetas, pistas alternativas, remezclas o temas que no llegaron a la grabación final, complementado con un DVD… En fin, puestos a pensar, la distracción será tal vez una alevosía de la memoria musical de España.

Ahora sí, en exclusiva para kaosenlared, entrevisto al reputado productor Gonzalo Lasheras, quién además de trabajar para artistas de gran notoriedad (ejemplos como Ana Torroja, Jorge Drexler, Carmen París, David Summers, Duncan Dhu o Luz Casal), es con Luis Eduardo Aute donde ha trabajado en la producción de sus más importantes e influyentes discos (de 1995 a 2004), realizando la dirección musical, los arreglos de los discos y directo, grabando las guitarras y acompañándole en sus giras por España y América entre 1992 y 2003. 

Gonzalo Lasheras, muchísimas gracias por la cortesía de aceptar esta entrevista telefónica.
-Muchísimas gracias a ti por llamarme y contar conmigo.
01.¿Qué fue lo que le hizo dedicarse a estar ligado a la música como profesión?
-Yo empecé de muy pequeño tocando la guitarra. Empecé de manera autodidacta luego fui estudiando por mi cuenta hasta que decidí irme a Estados Unidos a estudiar. Estuve ahí trabajando con un profesor un tiempo y cuando volví a España en ese momento yo vivía en Zaragoza y me empezaron a salir grabaciones aquí en Madrid como músico de sesión, y empecé a trabajar en el estudio de grabación primeramente como músico de sesión (grabando guitarras), toda mi primera época -de justo el final de la movida- de pop y rock nacional. Hice muchas grabaciones como músico para otros productores y bueno, no sé, fue una vocación temprana lo mío con la música. Primero desde la perspectiva de la guitarra pero luego al paso del tiempo he seguido con la guitarra pero me he volcado mucho más en producción y cosas así.
02.¿Cómo fueron sus inicios musicales, siendo guitarrista y productor?
-Bueno al principio era guitarrista exclusivamente, entonces tuve la ocasión de trabajar en muchos discos y viendo también como era el proceso, trabajar con otros productores, y he tenido suerte de a veces con el tiempo, coincidir con productores importantes y con buenos ingenieros que me han ayudado mucho a desarrollarme profesional y artísticamente.
03.¿Cómo le presentó Luis Eduardo Aute el proyecto del trabajo musical para “Alevosía” (1995) y la propuesta de ser usted el productor?
-Bueno, yo realmente empecé a trabajar con Aute en “Slowly” (1992) que lo produjo mi amigo Suso Sáiz. Yo ya empecé a grabar prácticamente casi todas las guitarras e incluso trabajé los arreglos también. Cuando terminamos ese álbum, Eduardo me pidió de hacer la dirección musical y entonces, bueno, empecé a hacer la dirección musical en una época convulsa para mí, porque estaba también a la vez haciendo dirección musical con Cristina y Los Subterráneos y bueno, empecé con él haciendo la gira de “Slowly” y ya en ese momento pues le propuse hacer un cambio y cogimos todo su repertorio antiguo y lo readaptamos a los tiempos, es decir, le pedí que me permitiera hacer los arreglos nuevos a temas viejos, de hecho, muchos de sus arreglos de temas viejos, están reflejados por ejemplo en el “Mano a Mano” (1993) que hicimos con Silvio Rodríguez, así que fue a raíz de grabar “Slowly” (1992). Hice la gira siguiente como director musical y ya para el siguiente disco que fue “Alevosía” (1995) ya me pidió a mí hacer la producción.
04.¿Cómo fueron las sesiones de grabación, por los estudios “La Nave”, “Red Led” e “Invisible”?
-Bueno, todo se desarrolló más o menos bien. Fue un disco largo, tenía los temas de manera muy básicos, Eduardo es un gran guitarrista pero es un tipo que escribe muy bien y tal, entonces me pasó los temas, vino a mi estudio y le grabé básicamente voz y guitarra a la vez los temas. Luego yo cogí los temas, y los readapté, les cambié fundamentalmente el tono, es una cosa muy usual con muchos cantautores, a veces cuando componen en casa, como cantan muy bajito, los temas les salen muy agudos y luego cuando los tienes que llevar al disco pues es muy habitual tener que bajar los tonos, y entonces empecé a trabajar los arreglos y poco a poco fuimos grabándolo. Las bases creo que las grabé en “La Nave”, luego “Invisible” era mi estudio, en él hicimos muchos recordings, las voces, y cosas así, y finalmente la mezcla la hice con Barry Sage en “Red Led”, en Madrid.
05.¿Qué anécdotas me puede explicar del álbum “Alevosía” (1995)?
-¡Hay muchas!!... Lo más curioso de “Alevosía” es que realmente existen dos masters distintos de “Alevosía”. La primera tirada de “Alevosía” salió y Eduardo no le gustó digamos el plano de voz que tenía, entonces decidió hacer una remezcla y esa es la segunda edición que hay de “Alevosía”. En la segunda edición la voz está altísima para mí, realmente la edición que está mejor es la primera; es muy difícil de distinguir, son prácticamente iguales, sólo se distinguen por una ralla blanca que hay en la galleta del CD. Bueno, son dos discos que son completamente distintos, el que actualmente es el que se vende es el que te digo que está muy alta, pero vamos, particularmente yo prefiero la primera mezcla que hice con Barry Sage. Y bueno, en general se grabaron todos los temas… ¿Qué te puedo contar? Pues “Querencia” por ejemplo era un tema así que me rondaba la cabeza, quería hacer un experimento… y al final se me ocurrió llamar a un pianista: Iñaki Salvador, yo me lo traje de Donosti, además se cogió un avión a las 06:00h. de la mañana, lo recogimos del aeropuerto, lo metimos en el estudio y a las 08:30h. estábamos grabando el piano de “Querencia”, ¡ese piano se grabó a las 08:30h. de la mañana, e hizo una toma maravillosa que es la que hay! y se volvió, yo me quedé ahí con el resto. Y también hay un tema, que hay unos coros de Silvio Rodríguez, que él los grabó en La Habana, en los estudios Estudios Egrem, me enviaron los coros y bueno, los montamos aquí; a Silvio le encantaba el tema “Alevosía”…
06.La chica de la portada fue una modelo ¿no?
-¡No! Es una fotografía antigua que Eduardo rescató de un libro de fotografías antiguas como de fotografías eróticas. No se hizo una sesión, lo que se hizo fue coger esa foto y luego se trabajó añadiéndole pues todos los insectos y cosas extrañas que pasan. Pero realmente la foto de partida se sacó de un libro de fotos antiguas.
07.En “Alevosía” fue un despliegue de músicos para la grabación, muy destacable, ¿qué canción le sorprendió más? Y ¿cómo ve el álbum dieciocho años después?
-¡Buff…! (risas) Difícil pregunta… No lo sé, yo creo que es un álbum muy compensado, es un álbum que a mí me gusta trabajar el concepto de álbum, es decir, que todos los temas tienen que tener sentido el estar en ése mismo álbum, y en el siguiente disco me gusta dar otro tipo de sonoridad. En “Alevosía” se consiguió eso, pese a que había temas que iban de un género prácticamente a otro, estaba “Hemingway Delira” al cual tuve la suerte de contar con Pancho Amat al tres (es un músico cubano fantástico), luego estaba “Alevosía”, “Querencia” que es como una balada… y bueno, fue un tema en el que Eduardo se sintió muy bien cantando en general. Dio un gran paso para mi como cantante… 
08. La canción "Dear Peter" es un mano a mano compositivo de Aute junto con Peter Gabriel. ¿Ha tenido la oportunidad de conocerlo? Y ¿Qué historia hay tras esta canción?
-Bueno, eso es un tema que Eduardo compuso un día en casa, estaba oyendo un tema del disco “So” (1986) de Peter Gabriel, que se llama “Don´t give up”, y entonces se le ocurrió esa historia hablando un poco de lo que en realidad la canción de Gabriel habla… Lo que sí recuerdo es como realmente incorporamos un verso de la canción original cantada por Aute de Gabriel, le escribí un mail a Peter Gabriel para pedir autorización. Le enviamos el tema, por supuesto y bueno, nos contestó su secretaria diciendo que sí, que lo había visto y daba su autorización y no había ningún problema. Digo esto, porque por ejemplo en el disco “Slowly” (1992), recuerdo que cuando hicimos el tema “Slowly” (que daba título del disco), se hizo más largo, dentro de los guiños que había a los temas conocidos, había un guiño a un tema de Elvis Presley “Love me tender”, el caso es que lo grabamos así, pedimos la autorización a todos los artistas que lo habíamos usado (esa mención), pero la editorial de Elvis Presley negó el permiso; entonces con el disco grabado y mezclado tuvimos que meternos en el estudio para editar y quitar ese trozo; luego en directo lo hacíamos, con el “Love me tender” (risas). Pero desde entonces ya me curo en salud, cada vez que hay alguna cosa de estas, procuro pedir autorizaciones. Sí, ahí se pidió autorización a Peter Gabriel, no colaboró él directamente pero fue un tema que Aute se inspiró un poco del “Don´t give up”.
09. Han pasado veinte años de un álbum que a mi juicio, no se le ha hecho justicia. Hablo de “Slowly” (1992, producido por Suso Sáiz), usted realizó la grabación de las guitarras. Un álbum existencialista, lleno de encuentros humanos, paz interior y con una música influenciada por los años cincuenta ¿Qué anécdotas recuerda que me pueda explicar? 
-Es un disco que a mí me parece un gran trabajo de Suso, por lo que consiguió. Aute venía de una época, de una sonoridad muy determinada y de repente lo hizo mucho más contemporáneo, en su día “Slowly” aportaba otro tipo de sonido en el que Aute nunca había estado, y sin embargo consiguió haciendo que él se sintiera como si hubiera estado siempre así. Entonces realmente me parece un buen álbum y sobretodo es un álbum en el que hay canciones espectaculares de Aute y unas letras increíbles.
10. Felicitarle además por el maravilloso trabajo que hizo en “Mano a Mano” (1993) (álbum grabado en vivo de Silvio Rodríguez y Luis Eduardo Aute), fue un encuentro sublime e irrepetible, ¿no?
-Sí (risas). Ellos son viejos amigos, entonces me empezó a rondar la idea de hacer una cosa así, porque Eduardo había ido veces allí a Cuba de vacaciones e incluso Silvio le invitó a Eduardo a participar en algún concierto por ejemplo en Chile. Poco a poco se fue fraguando la idea de la gira, lo del disco vino más tarde, y de hecho hay una anécdota muy curiosa y es que, el concierto fue en Las Ventas, todo preparado yo tenía una unidad móvil para grabar, un estrés, porque en ese momento estaba produciendo, haciendo la dirección musical de los dos artistas, grabando… bueno, una locura, y Silvio no me terminaba de firmar la autorización para grabar el concierto, porque tenía sus dudas en cuanto a que bueno, originalmente “Mano a Mano” era para una compañía, una multinacional Ariola, entonces él tenía sus reticencias, y diez minutos antes de empezar el concierto conseguí convencer a Silvio para firmarme la autorización y grabarlo. Más tarde él me felicitó y de hecho me dijo que era, pues como que casi de los discos suyos que más había vendido y mejor sonaba.
11¿Sabe si van a trabajar por segunda vez, Aute y Silvio?
-Estoy muy desconectado de Aute, hace muchos años y de Silvio… Tengo contacto con Hernán López Losa, por ejemplo, que era el pianista que hizo la gira con nosotros de Silvio y de hecho tengo algún proyecto apalabrado con él. Pero no lo sé, yo no he vuelto a tener noticias pero supongo que es posible porque ambos son amigos. Lo que sí sé, es que Silvio está muy retirado; ya no hace muchas cosas…
12. El álbum “Animal” (1994), también de L. E. Aute, fue suya la producción, grabación de guitarras y arreglos…  Es un trabajo atemporal y muy arriesgado para la época ¿verdad?
-Sí, bueno, ése disco lo hicimos a medias Suso y yo. Incluso las guitarras y la producción, lo hicimos entre los dos. De hecho lo grabamos en casa de Suso Sáiz. Fue un disco con muy, muy poco presupuesto, con muy pocos recursos, la idea era hacer una serie de poemas para un proyecto que teníamos con El Europeo, que era hacer los disco-libros, de hecho fue el primero que se hizo, y el disco lo grabamos ahí en casa de Suso, un estudio muy casero pero que le dio un aire especial, porque de hecho muchas veces, por el hecho de estar grabando en un sitio así, pues pasaban cosas, como algún ruido y tal, que pasaba y se metía dentro; luego en la mezcla a veces teníamos la ocasión de quitar esos ruidos pero con el tiempo de oírlos nos parecían especiales, y como que tenían sentido: habían pasado justo en ése momento, así que dejamos cantidad de cosas que no estaban previstas dentro del arreglo pero que pasaron por arte de magia. Fue una experiencia la verdad, que muy interesante.
13. Trabajó en la producción, grabación, guitarras, programación, arreglos y dirección musical del doble álbum “Aire Invisible” (1998), nuevamente otro trabajo de culto, ¿cómo fue aquella extensa grabación?
-¡Buff…!, esa fue realmente dura porque fue una época en la que Aute un año o dos años antes se lanzó a hacer un disco con treinta temas para celebrar su treinta aniversario, digamos en la música. Fue realmente una época en la que él (y otros muchos artistas) estaban en un momento de no mucha creatividad, todo el mundo estaba sacando recopilatorios y entonces él se forzó a hacer el disco éste con treinta temas: empezó a trabajar y le costaba muchísimo. Al final, él tenía tres o cuatro temas escritos en inglés, y bueno, pues le propuse el incluirlos, entonces él empezó a trabajar, le dio más ideas el componer temas en inglés, y le abrió por otro lado y eso le ayudó a conseguir hacer los treinta temas, pero fue un disco larguísimo y muy, muy intenso. Recuerdo que fuimos a grabar las cuerdas también en Bratislava (creo que grabamos), y fue complicado ese disco, largo, meses de trabajo…
14.¿Fue el disco que más cigarros se fumó Aute (risas)?
-Bueno (risas), no lo sé, ¡probablemente!! Porque es de los más largos que hicimos…
15.No quiero olvidarme de nombrar, otro disco fundamental e imprescindible: “Alas y balas” (2002). Suya fue la producción, guitarras y los arreglos del trabajo discográfico. ¿Cómo se elaboró este disco tan intimista?
-Este es un disco que hice y me ayudó mucho Antonio Sauco, firmamos la producción conjunta. Antonio era un músico que ha colaborado conmigo en muchas ocasiones y de hecho fue el primer teclista que yo llamé cuando tuve que hacer la primera banda de Aute, para hacer “Slowly”, él fue el primer teclista que yo llamé para esa banda y estaba también Vicente Climent a la batería, Marcelo Fuentes al bajo, Alicia Alemán coros y yo. Y bueno, siempre me pareció que Antonio era un tipo que tiene un gusto especial, armónicamente. A Aute le gustó la idea de hacerlo así, y se hizo. Fue el último trabajo que hice con Eduardo.
16.¿Cómo definiría a este polifacético artista y qué emociones y valores le transmite Luis Eduardo Aute?
-Bueno (risas), como artista está claro, es uno de los grandes, lleva muchos años, tiene un montón de temas inolvidables y…. ¿qué voy a decir yo? (risas). He trabajado con él una época que creo que ha estado bien, de hecho cuando dejé de trabajar con él porque yo me fui a Estados Unidos, estuve dos años allí produciendo, fui yo quien le recomendé que trabajara con Tony Carmona, amigo mío…
17.¿Ha escuchado su nuevo trabajo titulado “El niño que miraba el mar” (2012) un CD acompañado de un DVD que es una película de animación de 20 minutos?
-No lo he escuchado, vi alguna cosa en televisión, alguna cosita pero no lo he escuchado. Me suena ese proyecto de haberlo oído en construcción, Aute es un tipo muy trabajador, es un creador compulsivo, necesita estar creando constantemente, siempre va tomando notas y tiene un montón de carpetas con ideas para desarrollar trabajos, es posible que esa idea la tuviera, me suena de conocerla hace más tiempo (risas), pero es posible que pueda estar equivocado…
18.Repasando sus trabajos, ha grabado las guitarras para el trabajo de Miguel Ríos: “Miguel Ríos y las estrellas del Rock Latino” (2001), ¿qué recuerda doce años después junto con uno de los pioneros del Rock y mejor cantante Miguel Ríos?
-Miguel es un tipo fantástico, como persona y como artista. He tenido la suerte de coincidir con él y trabajar en varias ocasiones, es un personaje que ya se le ve: un tipo fantástico y como cantante es de los que viene al estudio, te hace una toma, dos como mucho y ni se queda para ver el montaje, se va porque la verdad es que lo hace súper bien. Es un tipo que da gusto, lástima que ya no quiera seguir dando más caña…
Qué pena porque podría dar clases a los que están empezando
-Bueno sí, pero bastante se lo ha currado, si quiere descansar, se lo tiene merecido.
19.Usted fue ayudante de producción de Andy Wallace, para el gran álbum “Introglicerina” (1990) de Seguridad Social. ¿Qué me puede explicar y cómo fue la experiencia?
-Pues fue interesantísima porque justo Andy venía de terminar las mezclas de Nirvana “Nevermind”, entonces según llegó tenía que grabar en Valencia, en unos estudios llamados Tabalet, y yo en ésa época trabajaba mucho para la compañía Gasa, de hecho producía, estaba en un grupo que era Esclarecidos, que digamos era la mitad de la compañía, y trabajaban con muchos grupos, y entonces la compañía me pidió que fuera como ayudante de producción con Andy que venía aquí, no hablaba español y entonces hablé con él, me llamó, me pidió un listado de equipo, cogí una furgoneta, cargué todo el equipo que me pidió y me fui a Valencia. Y fue fantástico, vino y me dijo: “mira, acabo de grabar un disco que van a vender millones de copias”, y me lo puso, recuerdo oír “Nevermind” de Nirvana meses antes de que saliera al mercado, me lo puso el propio ingeniero. De hecho me dijo eso: “¡estos van a arrasar!!”, y digo: “joer, ¡qué vista!”. Cuando lo oí me pareció muy bueno y tal, pero vamos, tanto para lo que luego llegó a ser… no lo hubiera adivinado nunca.
Y bueno, muy interesante, Andy es un… ¿qué te voy a decir de Andy?, cambió la manera de mezclar el rock, es decir, el rock en el mundo se mezclaba de una manera hasta Andy Wallace; y desde Andy Wallace se mezcla de otra manera. Yo lo conocí y ya era un señor mayor, trabajaba muy poquito volumen pese a hacer discos de estos de mucha caña, y era un tipo muy amable, coleccionista de coches antiguos (risas).
20.Ha tocado distintos estilos: el jazz, el pop, el rock… ¿Con qué estilo musical se siente más identificado a la hora de producir? Y ¿por qué?
-Bueno, la verdad es que me gustan bastantes, un estilo que otro, me siento muy cómodo produciendo. Realmente lo que más hago básicamente son cosas de jazz; también hago cosas de jazz a veces para el sello de Ben Sidran en Estados Unidos, tengo una fase enorme de cantautores, porque en mi vida me he encontrado con muchos cantautores, sigo trabajando para muchos cantautores, y bueno, no sé, he hecho muchas más cosas, hasta música clásica, música experimental… incluso oyendo música que soy bastante melómano, no puedo decir un estilo que: “con este estilo me voy a una isla”, prefiero llevarme un montón de cosas distintas.
21.Aprovecho que ha dicho que es melómano para preguntarle por dos o tres discos que me podría recomendar…
-Hay millones de álbumes… En mi casa es muy difícil, así españoles a nivel de grupos, me gusta mucho el primer disco que hizo Iván Ferreiro “Canciones para el tiempo y la distancia” (2005), que de hecho grabamos parte aquí en mi estudio, un disco de producción también de Suso Sáiz, es un disco buenísimo, es una de las cosas más interesantes que se han hecho en mucho tiempo.
Hay cantidad de cosas… yo tuve una época que bueno, estuve en Estados Unidos y de entrada tenía mucho background de jazz, pero luego cuando empecé a trabajar como músico de sesión aquí, era el apogeo del pop, pues trabajé con Duncan Dhu, hice giras con ellos y bueno, yo claro, yo venía de Estados Unidos, de trabajar con otro tipo de sonido y de música, vine aquí y tuve que adaptarme, porque no entendía… y a veces para hacer bien este tipo de trabajo, realmente has de entender qué es lo que hace que una canción a veces súper simple le guste tanto a tanta gente, cuando vienes de estudiar mucha, mucha música el primer impulso cuando oyes una canción así sencilla es un poco como menospreciarla en cuanto a la sencillez, luego con el tiempo te das cuenta que es todo lo contrario.
22.Como músico y productor, y viendo el panorama musical en la actualidad ¿se están perdiendo los valores de producción en los álbumes actuales?
-Que se están perdiendo no, se han perdido totalmente. Me parece que se ha hecho como una especie de “educación del mal gusto” en el país a marchas forzadas, todo digamos por el negocio y se ha dejado de lado realmente cantidad de gente que hay en España haciendo música de calidad, que no tienen cabida para nada en ningún sitio, en España realmente a nivel musical lo que triunfa es el esperpento, dígase Chikilicuatre, ese tipo de cosas… las cosas de calidad como que la gente no tiene interés en ellas porque les han educado para que “tiene que ser algo esperpéntico o algo que se grite mucho” o no sé… esa es la sensación que tengo. Llevo temporadas haciendo cantidad de discos muy interesantes y cada vez es una tristeza porque salen ahí y no hay nada, es un maremágnum de cosas y esto es imposible que sobresalga dentro de todo este mundo. Sí, yo creo que la producción está perdida.
23.Esperemos que vuelva porque como todo es cíclico, y ahora que está volviendo el vinilo…
-Sí, confiemos… Siempre se dice eso, que siempre ha sido cíclico. De hecho la producción realmente hubo una época en la que casi eclipsó a la composición, la época de Madonna era más producción que composición, eran temas que si les quitabas la producción se quedaban en nada, hubo un momento que prácticamente la producción eclipsaba a la composición. Yo creo que eso ya se ha balanceado más, y bueno, ya te digo, en cada país es una cosa distinta…
24.¿Qué le depara a Gonzalo Lasheras en este 2013?
-La verdad es que he estado en 2012 súper liado y he empezado el 2013 también, muy liado. Estoy en muchos proyectos independientes de gente que tira para adelante con su proyecto sin ningún tipo de ayuda muchas veces, ni compañías, ni managers… Y luego tengo un proyecto “grande” de Javier Corcobado, es una canción de amor de 24 horas; ahí ando liado, es una canción en la que ha colaborado un montón de compositores (gente de todo tipo, gente muy famosa y que no lo es tanto… muy dispar…), hay un montón de piezas entregadas de mucha gente, que estoy coordinando el mastering, pero prefiero no adelantar nada...
Desde kaosenlared le quería agradecer su aportación y divulgación de la música, su dedicación y esfuerzo como productor, arreglista, guitarrista, etc… y transmitirle toda mi más profunda admiración por su talento.  Y por supuesto agradecerle nuevamente la amabilidad que ha tenido en atender mi entrevista. Como diría el genio Aute, mi agradecimiento más alevoso.
-¡Igualmente! (Risas).

¡Fortuna y salud!
Contacto: joan.navas@hotmail.es

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